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Cómo se clasifica el nivel de contaminación de un vehículo

¿Por qué es interesante hablar de cómo se clasifica el nivel de contaminación de un vehículo? ¡Porque es fundamental para tomar decisiones informadas sobre la compra de un automóvil y entender su impacto en el medio ambiente! En la actualidad, la preocupación por reducir la contaminación y las emisiones de CO2 es una prioridad global, y comprender cómo se clasifica el nivel de contaminación de un vehículo es esencial para contribuir a esta causa. A continuación, te explicaré detalladamente cómo se realiza esta clasificación y qué etiquetas medioambientales existen en este sentido.

¿Cómo se clasifica el nivel de contaminación de un vehículo?

La clasificación del nivel de contaminación de un vehículo se realiza en función de sus emisiones de dióxido de carbono (CO2), así como de otros contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOx) y las partículas. La normativa europea establece unos límites máximos de emisiones para cada uno de estos contaminantes, y los vehículos se clasifican en función de su capacidad para cumplir con dichos límites.

Etiquetas medioambientales de la DGT, todo lo que debes saber

En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha establecido un sistema de etiquetas medioambientales que clasifica a los vehículos en función de su nivel de contaminación. Estas etiquetas, que van desde la etiqueta CERO hasta la etiqueta B, permiten identificar de manera visual cuál es el impacto medioambiental de un vehículo y, en función de ello, establecer restricciones de circulación en determinadas zonas urbanas.

Etiqueta CERO

La etiqueta CERO se otorga a los vehículos que no emiten ninguna sustancia contaminante a la atmósfera, es decir, vehículos eléctricos y vehículos híbridos enchufables con una autonomía mínima en modo eléctrico. Estos vehículos son considerados como los menos contaminantes y, por lo tanto, gozan de mayores ventajas en términos de circulación en zonas restringidas y beneficios fiscales.

Etiqueta ECO

La etiqueta ECO se aplica a los vehículos híbridos no enchufables, así como a los vehículos de gas (GNC y GLP), y a aquellos vehículos con tecnología híbrida que no cumplen los requisitos para obtener la etiqueta CERO. Estos vehículos emiten un nivel de contaminantes inferior a la media y también cuentan con ciertas ventajas en términos de movilidad y fiscalidad.

Etiqueta C

Los vehículos clasificados con la etiqueta C son los que cumplen con los estándares de emisiones Euro 4 y Euro 5, es decir, vehículos de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y vehículos diésel matriculados a partir de 2014. Estos vehículos presentan un nivel moderado de emisiones y también pueden acceder a algunas ventajas en términos de circulación.

Etiqueta B

Por último, la etiqueta B se aplica a los vehículos que no cumplen con los estándares de emisiones Euro 4 y Euro 5, es decir, vehículos diésel matriculados antes de 2014 y gasolina matriculados antes de 2006. Estos vehículos son considerados como los más contaminantes y, por lo tanto, tienen restricciones significativas en cuanto a su circulación en zonas urbanas.

Diferencias entre etiqueta Cero Emisiones y ECO

Las diferencias principales entre la etiqueta CERO y la etiqueta ECO radican en el tipo de vehículos que las reciben y su nivel de emisiones. Mientras que la etiqueta CERO se otorga a vehículos eléctricos y híbridos enchufables con cero emisiones en circulación, la etiqueta ECO se aplica a vehículos híbridos no enchufables, vehículos de gas (GNC y GLP), y algunos híbridos con emisiones moderadas.

Fechas clave para las Zonas de Bajas Emisiones

Es importante conocer las fechas clave para las zonas de bajas emisiones, ya que muchas ciudades están implementando restricciones de circulación en función de las etiquetas medioambientales. Es fundamental estar al tanto de cuáles son las zonas afectadas, cuáles son las fechas de entrada en vigor de las restricciones y cómo afecta esto a los vehículos de cada categoría.

En conclusión, el nivel de contaminación de un vehículo se clasifica en base a sus emisiones de CO2 y otros contaminantes, y esta clasificación se materializa en las etiquetas medioambientales de la DGT, que van desde la etiqueta CERO hasta la etiqueta B. Conocer el significado de estas etiquetas y cómo afectan a la movilidad y la fiscalidad es crucial para tomar decisiones informadas sobre la compra de un vehículo y contribuir a la reducción de la contaminación.

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